Sobre Uber
Estuve en San Francisco justo cuando el fenómeno Uber saltó a España, concretamente a Barcelona. Los taxistas de la Ciudad Condal estallaron en cólera que manifestaron en una huelga, ampliamente secundada según ellos mismos. Es evidente que no habían entendido qué es Uber y que, haciendo la huelga, precisamente estaban favoreciendo el fenómeno. No sólo por el simple hecho de que los usuarios de taxi de Barcelona fueran optar ese mismo día por Uber como última alternativa. Estaban evidenciando que muchos hacen abuso de su posición monopolística. Que hacen y que han hecho.
Uber es una plataforma que hace uso de las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías en dispositivos móviles y su difusión masiva. Cualquiera que tenga un coche se puede dar de alta y una vez admitido en la plataforma ofrecer si servicio de taxi. El móvil se convierte en un taxímetro, que además recibe las peticiones de servicio de los usuarios. Como usuario sólo hay que darse de alta, guardar tus datos de pago, y empezar a pedir servicio donde se necesite. Para solicitar un transporte sólo hay que indicar desde dónde se quiere ser recogido. Antes de solicitar el servicio tienes un estimado de tiempo de espera según los coches que hay fuera. Si pones el destino te hace un estimado del coste. Una vez solicitado el servicio se te informa de qué conductor, marca y color de coche va a venir a buscarte.
En San Francisco fui usuario asiduo de Uber. Lo probé una vez y funcionó tan extraordinariamente bien que ya lo usé todos los días. Las razones:
- La mayoría de los conductores no son profesionales, pero tratan a sus pasajeros de forma impecable. No encontrarás un conductor que no se esmere por darte un buen servicio, por no equivocarse de dirección, por no darte la brasa y por que estés cómodo en tu viaje. Puede influir en esto que al acabar la carrera tienes la posibilidad de hacer rating del servicio. Si te la han jugado sólo tienes que marcar un rating negativo o decir que has sido víctima de un abuso. Esto es procesado por la plataforma y evidentemente, si el conductor es un pieza, quedará fuera.
- Las tarifas son más baratas que un taxi normal., y se encargan de bajarlas si es posible. Se encargan de hacerlo porque están compitiendo, no sólo con los Taxis tradicionales, también con sus competidores Lyft y Sidecar.
- Hay mucha disponibilidad. Tuve que salir para ir a un evento al aire libre un Domingo a las 6 a.m. y el tiempo medio de espera eran 4 minutos, que así fueron. Cuando no hay disponibilidad suben las tarifas automáticamente para que haya más coches en la calle.
- Es más seguro. Pese a que ha habido problemas, es algo que también pasa en el servicio de taxi tradicional. ¿Cómo podría un taxi de Uber cometer un delito, si está tan monitorizado? Podría, pero es fácil cazarle.
- Categorías de servicios. Puedes elegir entre un conductor profesional, un servicio más barato ofrecido por conductores no profesionales o incluso un servicio de Taxi tradicional, desde la misma plataforma y aplicación. Sí, en San Francisco hay taxis tradicionales que se han unido a la plataforma.
No todo es un camino de rosas. Hay problemas claros y graves que Uber, o un modelo como el que propone, tiene que afrontar.
- Es ilegal en la mayoría de los sitios. En España tienes que tener una licencia para poder transportar viajeros y tener un permiso de conducción específico. Por lo que he visto, parece ser que en otros sitios el trámite administrativo para conseguir esto es más sencillo y el mercado está liberalizado. Tanto es así que estados como California ya han sacado su propia ley que regula estos servicios. En tiempo récord.
- Otra de las cosas que hay que observar es que los conductores tienen que tributar. Al no haber un marco jurídico que los regule no tienen tampoco posibilidad de hacerlo. Pero es evidente que producen renta y ésta tiene que pagar impuestos, como hace todo el mundo.
- Los conductores tienen que estar regulados. Una cosa es que haya unas barreras duras como las actuales, otra es que no haya ninguna.
- En muchas ciudades existen altos precios por conseguir una licencia. Los que han adquirido esa licencia lo ven lógicamente como un derecho a trabajar en exclusiva. Si bien el coste de la licencia fue de cero euros para los primeros que la consiguieron y se han enriquecido de forma quizá no justa. Aunque ahora la depreciación del valor de las licencias lo pagarían otros. En una inversión, es lo que viene a ser el riesgo de que cambie el marco regulatorio que protege o hace rentable tu activo.
- Hay una responsabilidad importante de los conductores. Puede haber accidentes y otros problemas. Esto se puso de manifiesto cuando un conductor de Uber atropelló a una niña en San Francisco. La reacción del sistema de Uber a este problema de responsabilidad fue el de dotar a los conductores de un seguro.
La estrategia de Uber, aún sabiendo todos estos problemas es ir, implantarse, y ver qué pasa. Está ya presente en más de 100 ciudades, con problemas legales en muchas de ellas.
Está claro que el modelo que propone Uber tiene grandes obstáculos, que choca con el modelo actual de transporte en las ciudades, especialmente con el servicio de Taxi. Pero mejora de forma global esta experiencia, tanto para pasajeros como para conductores. Todo el mundo gana. La batalla para librarse de las barreras no será tan fácil como en California, pero parece de pura lógica que se acabará implantando de forma general de una forma u otra.